En Bogotá empezó la época de lluvia y como todos los días voy al trabajo en mi bicicleta se debe estar preparado para mojarse. Mi abuela hace algún tiempo me regaló unos guardafangos para las ruedas, pero no eran específicamente para el modelo de mi bicicleta por lo que para ponerlo tuvimos que hacer algunas adaptaciones, en la llanta de al frente cortamos un poco de metal que estaba estorbando.
La llanta de atrás estaba acoplada con una cinta de tela, estaba bien al inicio, pero con el tiempo se empezó a rodar por lo que cuando tomaba una curva perdía la posición.
Realmente no sé cuánto tiempo duró esta situación, pero por más que corrigiera la posición y apretara la cinta, se aflojaaba y volvía a fallar con el terrible resultado que con cada charco que pisara me mojaba la espalda. Por ello aprovechando que tuve que hacer un mantenimiento decidí romper y adaptar lo que tenía con otras piezas que encontré para adaptarlo a un nuevo sistema que me permitiera acoplarlo en la bicicleta.
Desde la planeación de la pieza, el corte con mi herramienta DREMEL, la unión con tornillos y la finalización de la parte me tomo una noche. Quedé muy a gusto con el resultado final y sobre todo que es muy funcional, ahora no me preocupo por mojarme cuando piso los charcos, a continuación, les muestro el proceso que realicé:
